5/13/2015
Supongamos que Cristo debe habitar en el corazón de
cada uno y el egoísmo en todas sus formas debe ser desterrada de la iglesia,
¿cuál sería el resultado? Armonía, unidad y amor fraterno sería visto como
verdaderamente como en la iglesia que Cristo estableció por primera vez.
Actividad Cristiana sería visto por todas partes. La iglesia entera se encendieria
en sacrificio de una llama de la gloria de Dios. Todo cristiano colocaria el
fruto de la abnegación que se consumen en el altar. No sería mucho mayor
actividad a la hora de diseñar nuevos métodos de utilidad y a analizar el modo
de acercarse a los pobres pecadores para salvarlos de ruina eterna.
Hay que vestirse en un lenguaje simple y modesta
prendas de vestir, sin hacer referencia a las modas, que nuestras mesas en todo
momento ser con simples, alimentos saludables, evitando todo lujos, todos
extravagancia; deben ser nuestras casas construidas con convertirse en
sobriedad, con muebles de la misma manera, el poder santificador de la verdad y
tiene un fuerte influencia sobre los incrédulos. Pero al mismo tiempo que se
ajustan a el mundo en estos temas, en algunos casos aparentemente tratando de
exceder mundanamente en fantasía, la predicación de la verdad, tine poco o
ningún efecto. Creo que la solemne verdad de este momento en el que los que
profesan creer ya que contradicen su fe por sus obras? No es Dios quien ha
cerrado las ventanas de los cielos, para nosotros, pero es nuestra propia
conformidad a os costumbres y prácticas del mundo.
El tercer ángel de Apocalipsis 14 es representado como
volando rápidamente a través de los medio del cielo gritando: "Aquí están
los que guardan los mandamientos de Dios, y la fe de Jesús." Aquí se
muestra la naturaleza del trabajo del pueblo de Dios. Ellos tienen un mensaje
de gran importancia que son representados como volando en la presentación de
éste a todo el mundo. Que tienen en sus manos el pan de la vida de un faminto
mundo. El amor de Cristo les constriñe. Este es la última mensaje. No hay más
que seguir, no más las invitaciones de la misericordia que se da después de
este mensaje se han hecho su trabajo. ¡Qué confianza! Que responsabilidad que se estaapoye a todos a llevar las palabras
de invitación: "y el espíritu y la esposa dicen: Ven. Y el que oye, diga:
Ven. Y el que tiene sed, venga. Y el que quiere, tome del agua de la vida
gratuitamente."